sábado, 30 de abril de 2011

Yemanja, la reina...


La fuerza de Yemanja es enorme y jamás deja a sus hijos solos, ella es una madre incondicional que cubre a todos con su manto protector.
Cuando te encuentres solo frente al mar y sientas el ruido de las olas romper contra las piedras y esa brisa única chocándote, acordate que en el aire esta Yemanja. Cuando veas la luna reflejándose en el horizonte cerrá los ojos e imaginala danzar, con el cabello al viento negro como la noche, con su piel morena iluminada por los brillos de sus joyas. Trata de imaginar esa danza suave y delicada que solo ella es capaz de realizar.
O sino imaginala sentada en una roca, peinándose su largo y negro cabello con una mano y un espejo en la otra y entonando dulces y encantadores cantos al viento. Sin duda aquella imagen va a ser única, y la calma y tranquilidad que esta va a inspirar en vos va a ser la mas linda del mundo.
Yo no podría jamás dejar de alagar a Yemanja, porque así como es dueña y señora de las aguas, es dueña y señora de mi corazón.
Sin querer una vez ella me cautivo, y todavía no me explico bien por qué.
            Dueña y señora de las profundidades, para mí, la rosa de las aguas.


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